Resolución de conflictos. Pedagogía Montessori.
- Noelia
- 2 jun 2020
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 3 jun 2020

Claves para educar para la paz:
1. Concentración.
Para el mantenimiento de este factor clave para el aprendizaje se deben atender a los siguientes aspectos:
- Los materiales que utilice el niño deben ser de calidad, bonitos, que favorezcan su atención. También deben ser adecuados a su nivel de desarrollo, a los periodos sensibles y a los intereses personales del niño.
- Los materiales deben estar ordenados y accesibles para su libre elección y uso repetido.
- Se deben realizar actividades de vida práctica.
- Respeto por la concentración del niño.
2. Libertad con límites.
Se deben establecer algunos límites claros y precisos, aunque siempre enunciados de forma positiva.
El ciclo de trabajo se debe realizar en tres partes:
- El niño puede elegir cualquier material que el guía le haya presentado y que esté disponible.
- El niño puede trabajar con el material elegido todo el tiempo que quiera, durante el periodo de trabajo de tres horas, siempre que le dé un uso adecuado.
- Cuando termina, el niño/a debe devolver el material a su sitio, tal y como se lo encontró.
3. Pensamiento crítico y autodisciplina.
Es la capacidad del niño/a de aprender por sí mismo (control error) y buscar sus propias respuestas en lugar de depender de un adulto que le facilite la información. Debe buscar soluciones alternativas y cuestionar los hechos y datos aceptados como verdaderos.
La autodisciplina es la motivación interna, que debe presentarse en vez de premios y elogios. Por otro lado, las consecuencias del comportamiento del niño deben ser naturales, en vez de castigarles.
4. Respeto.
Debe empezar por el adulto. Por lo tanto debe:
- Mantener un entorno limpio y ordenado como muestra de respeto hacia quienes lo van a utilizar
- Saludar individualmente a cada niño muestra respeto hacia su persona.
- Al respetar las mismas reglas y límites que los menores, les mostramos que el respeto a las normas es universal y no depende de la edad o el estatus.
Las herramientas con las que se puede contar para exigir el respeto de manera asertiva y diplomática pueden ser:
- Establecer límites.
- Mensaje en tres partes.
5. Cohesión social y resolución de conflictos.
Se basa en la cooperación. Es decir, se trata de que los niños cooperen en vez de competir, para ellos:
- Al existir mezcla de edades en el mismo lugar, el mayor trabaja la paciencia y la empatía, mientras que el pequeño ve al mayor como un compañero con el que colaborar.
- Actividades en grupo.
- Actividades de gracia y cortesía.
Por otro lado en caso de conflictos, se debe realizar la resolución de conflictos mediante la empatía y estrategias de resolución de conflictos.
La resolución de conflictos puede hacerse de tres maneras diferentes:
* Negociación: las personas implicadas en el conflicto son capaces de resolverlo amistosamente entre ellas.
* Mediación: una tercera persona imparcial ayuda a las dos personas implicadas a resolver el conflicto.
* Arbitraje: si el conflicto no se resuelve mediante las anteriores los implicados piden ayuda a una tercera persona imparcial que tomará una decisión que debe ser respetada por los implicados.
Lo ideal es resolverlo mediante negociación y mediación.
Negociación: con niños/as menores de 3-4 años o poco habituados a resolver conflictos de una manera independiente, en muchas ocasiones va a ser necesarios la mediación o incluso el arbitraje, pero a medida que vayan conociendo y haciendo uso de las herramientas, serán capaces de resolver sus diferencias cada vez con menor intervención externa.
3 herramientas utilizadas en la Pedagogía Montessori para resolver conflictos:
MESA DE PAZ.
Se trata de un lugar en el que tanto los niños como adultos pueden hablar civilizadamente para intentar resolver un conflicto. La mesa actúa como mediador, es decir, el objeto simboliza que es un sitio en el que se intenta resolver un conflicto con asertividad.
Los conflictos surgen en todos los ámbitos de nuestra vida, por lo que la visión Montessori consiste en sacar partido de ellos, potenciando la autonomía en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, en vez de recurrir a distraer o solventar nosotros el conflicto o forzar hacer las paces.
La mesa de la paz tiene un doble uso:
- Uso individual: cuando algún niño/a se siente agobiado o triste puede acudir a la mesa y permanecer allí un tiempo hasta que se recupere su estado de ánimo habitual.
- Uso colectivo: como herramienta para la resolución de conflictos.
Para la organización de una mesa de la paz, necesitamos:
- Una mesa: será utilizada únicamente con esa función, será de tamaño infantil, estará decorada con algún elemento de naturaleza por ejemplo.
- Sillas o cojines para sentarse en el suelo.
- Un reloj de arena: 3 minutos de duración.
- Un instrumento de la paz: una flor, una piedra etc. como símbolo y que organizará los turnos de palabra.
- Una campana: que se hará sonar cuando se haya resuelto el conflicto.
El respeto de turno de palabras es un factor clave en la resolución de conflictos por ello sólo hablará el niño/a que tenga el instrumento de la paz. Una vez que haya terminado la explicación, se le pasará al otro niño para que pueda dar la suya, y así sucesivamente hasta que se resuelva el conflicto. Cuando esto suceda entre los dos podrán tocar la campana.
EL MENSAJE EN TRES PARTES.
Es útil para dar a los niños la capacidad de defenderse ante un comportamiento negativo sin tener que recurrir a la agresividad y a la violencia.
Cuando un niño/a se siente atacado puede utilizar el mensaje en tres partes en el que:
1. Se nombra el problema: “me has quitado…”, “me has pegado…”.
2. Explica cómo se ha sentido: “eso me ha hecho sentir triste…”, “eso me ha dolido…”.
3. Deja claro que no quiere que se repita: ”no lo vuelvas a hacer”.
Después el niño/a se retira y se pone a hacer otra cosa. El niño/a que le había ofendido capta el mensaje perfectamente, ya sabe que lo que ha hecho está mal y sus compañeros no aceptan ese comportamiento. En ese caso de que siga actuando de la misma manera ya sería necesaria la intervención de un adulto.
LECCIONES DE GRACIA Y CORTESÍA.
Algunos conflictos pueden producirse porque los niños no conocen las reglas básicas de cortesía y por eso hay una parte dentro del área de vida práctica llamada gracia y cortesía.
Al presentar a los niños/as lecciones como “disculparse para pasar”, “disculparse para interrumpir”, “taparse la boca al toser”, “no interrumpir el trabajo del compañero”, etc. y todas aquellas situaciones que puedan generar un conflicto, se le estará mostrando la manera de evitar conflictos de manera educada y diplomática.
Estas lecciones se pueden presentar anticipándonos a una situación o cuando vemos que se ha producido un conflicto. En este último caso, no se hará la presentación en ese momento, sino en otro momento del día aislado de incidente.
De esta manera el niño/a no lo tomara como una reprimida sino como una oportunidad de aprender.
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